Hace unos meses se inició la campaña electoral, la cual permitió a los diversos candidatos presidenciales, parlamentarios y al consejo regional, comenzar a desplegar sus esfuerzos en esta competencia democrática. La idea de este proceso está orientada a que quienes aspiran a ocupar un cargo público presenten sus ideas y/o propuestas, con el fin de permitir a los potenciales votantes conocer la postura y los intereses de los candidatos.
Diversos han sido los espacios que el Servicio Electoral ha determinado para ejercer este proceso, donde la prensa (radio, televisión y diarios) y los espacios públicos son los cuales acaparan la mayor atención. Justo con las salidas a terreno, son los escaparates más utilizados por postulantes a diputados, senadores y consejeros regionales.
Dentro de este proceso los que provocan mayor expectación es la elección presidencial, la cual busca elegir a la próxima personalidad a cargo del poder ejecutivo, con 8 postulantes de las diversas posturas ideológica y mayoritariamente figuras reconocidas a nivel nacional. Frente a esto, las últimas instancias a las cuales hemos estado expuestos son los debates y la franja electoral, en las cuales los candidatos han tenido palestra para presentar sus programas de gobierno. Sin embargo estas han estado exentas de toda propuesta concreta, donde la descalificación y los ataques personales han marcado la pauta en las diversas exposiciones, estando lejos a la altura de una figura presidencial.
Si bien se han manifestado algunas propuestas, ideas o soluciones, lo cual debería ser la base para cautivar el sufragio, mirar la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio ha sido lo que se ha privilegiado.
La franja electoral no ha estado exenta de esto. Si bien no tiene la posibilidad de enfrentar directamente a los candidatos, igualmente se han dedicado a manifestarse en contra del resto: por ejemplo, para la oposición todo es malo, vivimos en un catastrófico presente con una conducción política llena de problemas. Asimismo, el oficialismo se ha esmerado en dejar en claro que todo lo que propone su adversario es utópico y perjudicial para los chilenos.
Pese a que el votante fiel ya tiene su sufragio decidido, aún queda un gran porcentaje de ciudadanos que no tienen su voto definido, y son a los cuales estas instancias buscan persuadir, por lo que es primordial realizar estas acciones con altura de miras y de forma seria, lo cual permita invitar a ser parte de este proceso eleccionario a la mayor cantidad de personas en esta acción republicana.
De igual modo la invitación es emitir su voto bien informado e igual de importante para validar el sistema democrático es asistir el día 19 de noviembre a sufragar por quien cada uno en su conciencia cree que lo representara de mejor manera en los diversos cargos de representación que se elijen.
