A 50 años de la ley de reforma agraria

Jorge Brito Obreque

Jorge Brito Obreque

Con la finalidad de complementar la Ley de Reforma Agraria del 1692 impulsada por el gobierno de Jorge Alessandri R, el año 1965, el gobierno de Eduardo Frei Montalva envío al Congreso una nueva Ley de Reforma Agraria, promulgándose una nueva Ley sobre de Reforma Agraria el año 1967. Es así, como por intermedio del propio mandatario, el proceso de Reforma Agraria alcanzo un mayor impulso.

Bajo el lema «la tierra para el que trabaja», el programa que reformulaba la antigua Reforma Agraria, busco la modernización del mundo agrícola mediante la redistribución de tierras y la sindicalización campesina. Sin embargo, para que este objeto se concretara se promulgó la referida nueva Ley de Reforma Agraria N°16.640 y la Ley 16.625 que permitió la sindicalización campesina.

En la región del Maule, por su estructura agraria e identidad rural, este proceso cobró vital importancia, por consiguiente fue motivo de importante respaldo y también de muchos detractores, fue un proceso polémico y controvertido, pero que sin lugar a dudas cambió la fisonomías y relaciones de poder. Puso al campesino, antiguo inquilino de la hacienda, como asignatario y posterior propietario de tierras, elevándolo en su dignidad personal y familiar y como productor agrícola, que ha permitido una mejor calidad de vida y de promoción humana notable. Muchos de los hijos de los asignatarios de tierras pudieron educar a sus hijos convirtiéndolos en técnicos y profesionales, situación impensada en otras circunstancias.  En este contexto hubo muchas personas que trabajaron y acompañaron este proceso, entre los que sin duda destaca el obispo de Talca, Monseñor Manuel Larraín, y el padre Mario Molina, quien acompañó desde su ordenación sacerdotal a la juventud rural y a los asignatarios de tierras, en esa realidad que era entre otras, de gran pobreza y analfabetismo.

En este contexto, el 18 de agosto pasado, se celebró el «Encuentro regional de conmemoración del 50 aniversario de la Reforma Agraria 1967-2017» en donde, además de entregar diferentes puntos de vista de la realidad agraria actual a la luz de la Reforma Agraria, se efectuó un reconocimiento a cuatro importantes personas que fueron actores del proceso vivido, entre ellos, el padre Mario Molina, quien recibió un reconocimiento por su rol en el acompañamiento pastoral a los campesinos asignatarios de la Reforma Agraria.

Como así mismo la señora Eloísa Barrios, don Manuel Olate y un homenaje póstumo a don Hernán Mery.

Que importante sería que como sociedad y con la altura de miras necesaria, se continuara reflexionando sobre el impacto de este proceso histórico, en una mirada no solo de transformación productiva, sino más bien en el significado de rescatar y valorar la dignidad del ser humano como centro y sujeto del desarrollo de toda sociedad.

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