Agua potable y carbón han sido los aportes que ha distribuido en Licantén Fundación CRATE y la Pastoral Social del Obispado

La ayuda ha sido muy bien recibida de parte de las familias que fueron afectadas tras la emergencia climática, utilizando el carbón para secar sus viviendas y el agua para el consumo humano.

Un desolador panorama es el que se vive por estos días en la costa curicana de la región del Maule, tras las intensas lluvias y el desborde del Río Mataquito, que dejó a cerca de 4 mil personas inundadas con sus casas, negocios, fuentes laborales destruidas y repletas de agua y barro.

Es por esto que Fundación CRATE y la Pastoral Social del Obispado han desplegado una campaña, para seguir en ayuda de quienes más lo necesitan en este momento y continuar ayudándolos. Durante los últimos días se han distribuido 2.800 kilos de carbón y 2.000 litros de agua potable en la comuna de Licantén y el sector de Placilla.

 

Los insumos entregados a la comunidad han servido a los cientos de familias, el agua para el consumo humano y el carbón para secar los hogares y fuentes laborales que aún se encuentran con lodo y humedad por la crecida del río que cubrió la costa maulina y los intensos fríos que se han sentido los días posteriores.

El director ejecutivo de Fundación CRATE, Jorge Brito, dijo que ya se ha entregado una gran ayuda de agua y carbón para las comunidades y familias de la zona de Licantén,  Tutuquén, Hualané, Curicó, con el objeto de apoyarlos para que las familias puedan secar las viviendas y salir delante de lo difícil que es volver a ponerse de pie.

“Estamos bastante contentos, pero preocupados porque las necesidades superan los aportes que se han hecho y es por eso que necesitamos seguir colaborando y apoyando a las familias.  Hemos visto al Párroco de la comuna de Licantén, encabezando la entrega de carbón y como las familias con mucha esperanza se llevaban sus sacos de carbón para poder deshumedecer sus hogares y sus enseres. Los esfuerzos que estamos haciendo en conjunto con la pastoral social, están enfocados en  poder responder a las necesidades más urgentes de las familias”, precisó el directivo.

En nuestra visita a Licantén, durante el recorrido por las calles de la comuna en la entrega de ayuda, nos encontramos con Ricardo Varas, párroco de la comuna, quien expresó lo difícil de la experiencia vivida con la inundación en la zona, donde hay cientos de casas anegadas, incluyendo su propia vivienda y la parroquia de la comuna.

“Todos salimos de madrugada arrancando, inseguros, toda la población no durmió nada. Vimos cómo se inundaba nuestro pueblo, se perdían nuestras cosas, el agua se metía en nuestras casas, en nuestra intimidad. Estuvimos contemplando el río meterse en Licantén como un velorio, para que la gente nos pueda entender. En silencio, con mucha tristeza, lágrimas, una mezcla de emociones muy profundas. Al retirarse el agua vimos el barro. El río Mataquito fue como un verdadero ser viviente que vino a destruir y nos dejó como estamos ahora”, relató tristemente el párroco de Licantén.

LO QUE MÁS SE NECESITA

Finalmente el padre Ricardo Varas muy emocionado nos relató qué es lo que las personas de la zona necesitan con urgencia y también realizó una petición muy importante a la comunidad.

“Requerimos más ayuda, vamos a necesitar ropa de cama, colchones, sábanas, calcetines, pañales desechables, leche para los niños y dulces para ellos. Quisiera agradecer el gesto de enviarnos carbón a toda la comunidad, en la comuna de Licantén somos 6 mil habitantes y hay 4 mil inundados. Mi temor es que en 15 días más nos vamos a quedar solos, con nuestras casas húmedas en la soledad y el frío, por eso quisiera invitarlos a que nos ayuden a todos, y bendiciones por tanta generosidad”, finalizó el párroco que se encuentra en medio de la tragedia.

 

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