11 DE SEPTIEMBRE: HISTORIA Y REFLEXIÓN

Hoy conmemoramos una fecha significativa para la historia de nuestro país, la cual recuerda el golpe de estado ocurrido en 1973, hecho que instauro una dictadura militar tras derrocar a un gobierno elegido democráticamente. Esta es una fecha que genera divisiones entre los chilenos dado el significado que cada grupo político/social le entrega, y que, tras 46 años, aún genera conflictos e impide reflexionar y debatir con altura de miras sobre los verdaderos motivos y consecuencias que derivaron en el uso de la fuerza armada para derrocar un gobierno legítimamente constituido. Asimismo, los graves atropellos a los derechos humanos de cientos de miles de personas, como la profundización de las desigualdades y la concentración del poder económico en pocas manos, son otros efectos que derivaron de este hito, llevando hasta el día de hoy considerar a Chile como uno de los países más desiguales de América latina.

Pese a que pueden existir muchos argumentos a favor del alzamiento armado, la culminación de un proceso político, social y económico de forma violenta, derivando en la instauración de una dictadura, nunca es justificable, desde ningún punto de vista. Esto porque el fiel reflejo de una sociedad democrática es el debate de las ideas, el dialogo, vía de acción que busca el bien común, lo cual se contrapone con la imposición a la fuerza de los ideales.

Pasados 46 años del golpe militar, aún las heridas permanecen abiertas, por ello, es importante poder generar una educación, conciencia y madurez cívica, que permita a la comunidad entender la realidad social, formar percepciones políticas y motivar la participación ciudadana en los procesos, ya que la abstención y la apatía por los asuntos comunes, no es el camino para poder generar visiones objetivas y darle solides a los procesos democráticos.

De esta forma podremos tener una sociedad más informada, constructiva, cohesionada y democrática, que permita rescatar y debatir lo bueno y lo malo de cada proceso, dejando de lado la pasividad, comodidad, indiferencia e ignorancia de un tema tan trascendental, el cual ha significado un punto de inflexión en la historia de Chile y que aún genera displicencia.

Si bien esta fecha para muchos representa dolor, enfrentamiento, división y muerte, para otros responde a un desenlace previsible; por ende, es necesario mantener latente el significado de cada hito, para poder construir un futuro mejor y una sociedad democrática sustentable, sin olvidar lo sucedido. Porque tal como dijo Confucio, y otros pensadores a lo largo de la historia “un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”.

 

Jorge Brito Obreque

Ing. Agrónomo

Junta de Adelanto del Maule

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