Censo 2017, una responsabilidad como ciudadanos

Jorge Brito Obreque

Jorge Brito Obreque

Este miércoles 19 de abril se desarrolla en nuestro país un nuevo censo de población y vivienda, sondeo estadístico que busca determinar cuántos somos los habitantes de esta tierra  y algunas características de la población. La instancia viene a realizarse debido al errado estudio llevado a cabo el 2012, el cual tras ser revisado por una comisión de expertos externa, se determinó repetirlo “abreviadamente”. La nueva edición 2017 será acotada, con un listado de sólo 21 preguntas que abordarán temáticas comunes como sexo, edad, nivel educacional, entre otras, donde la consulta clave estará orientada a saber el número de personas que alojaron en la vivienda la noche anterior a la realización del cuestionario.

El «Censo» proviene del latín Census, que significa «padrón o lista que los censores romanos hacían de las personas y haciendas». Más exactamente también significa «evaluar”. Para realizar una buena planificación primero hay que tener un buen diagnostico y es esto lo que entrega el censo.

El objetivo de este sondeo apunta a generar políticas públicas pertinentes a la población, que permitan dar respuestas reales a las necesidades actuales de los habitantes del lugar que se mide. Por ende, quienes no participen o proporcionen información falsa están haciendo un mal a sí mismo y al resto de la comunidad, por lo cual arriesgan una multa.

Los beneficios del Censo son variados. Por ejemplo, proporciona información relevante para la distribución de recursos en los municipios, pues entrega la cifra total de habitantes de una zona, lo que es utilizado por el Fondo Común Municipal para destinar el capital. Además permite conocer el número y características de la población local posibilitando a los municipios determinar a los beneficiarios de los proyectos y así presentar propuestas al Fondo Nacional de Desarrollo Regional. Asimismo, sirve para determinar subsidios y subvenciones de diversas áreas, conocer el movimiento migratorio de la población, la delimitación de los distritos electorales, los asentamientos humanos y su dinámica, junto a la determinación de la ubicación de los servicios sociales en las localidades.

De la misma forma, el estudio determinará algunos indicadores de desarrollo mundial, los cuales permitirán compararnos con épocas anteriores, mediante datos como esperanza de vida, escolaridad, desempleo, porcentaje de inmigrantes, entre otros.

De esta forma, no podemos esperar nuevas y buenas políticas públicas si el diagnóstico es malo, por lo que estamos todos invitados a abrir la puerta al censista, proporcionar la información requerida y ser parte de esta importante labor ciudadana.

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