DESAFIOS ENCUESTA CASEN 2017

Las noticias de impacto en Chile duran aproximadamente una semana, y es al parecer lo que ha pasado con los resultados de la encuesta de caracterización socioeconómica CASEN,  que aparentemente ya no es un tema de interés público sino hasta que sean publicadas los nuevos resultados en los próximos dos años.

Sin embargo, es necesario analizar dichos resultados puesto que permiten orientar políticas públicas que asuman estas realidades, como asimismo a las instituciones privadas en su compromiso por el desarrollo.

Las cifras hablan por sí solas, y nos indican que a nivel país la pobreza disminuyó por ingresos desde un 11,7% el 2015 al 8,6% el 2017, pero en cuanto al nivel de distribución de la riqueza, las cifras indican que el 10%  del sector más rico gana 39,1 veces más  de lo que recibe el 10%  más pobre,  cifras que permanecen casi inalterables. Respecto a la pobreza multidimensional, (educación, empleo, salud, vivienda entre otros), a nivel nacional esta varió de un 20,9% el año 2015 a un 20,7% el año 2017,  situando a la Región del Maule en un 22,5%, superando sólo a las regiones de la Araucanía, Los Lagos, Tarapacá y Ñuble.

 Respecto a la situación de los adultos mayores, muestra una realidad impresionante respecto al envejecimiento de la población, pasando del 10,1% el año 1990, a un 17,6% el año 2015, es decir, hoy día hay 86 adultos mayores por cada 100 personas menores de 15 años, versus la realidad del año 1990 en que existían 35,4 personas mayores por cada 100 jóvenes menores de 15 años. Si a lo anterior agregamos que el número de nacimientos en Chile descendió un 5,6% entre el año 2015 y 2016, el futuro es bastante preocupante.

 De una lectura rápida, podemos ver que el Maule sigue como una de las regiones con más alta tasa de pobreza y continuamos disputando los últimos lugares a nivel país. Es importante preguntarnos: ¿porque este es un fenómeno reiterado?. Muchas respuestas dicen que es por su identidad rural, que su capital humano está poco desarrollado, pero lo anterior se contradice con los casi 50.000 jóvenes que estudian educación superior en el Maule.

 Si deseamos construir desarrollo humano inclusivo, debemos sentarnos a conversar estos temas entre los sectores públicos y privados, que permitan generar alianzas en pos de asumir los verdaderos desafíos que tenemos como región para que a partir de nuestra identidad podamos generar un real y efectivo desarrollo para todos los  habitantes.

Jorge Brito Obreque

Ing. Agrónomo

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