Jorge Brito Obreque
Chile se caracteriza a nivel mundial por ser un país solidario, cada vez que hay alguna catástrofe, los chilenos le tienden la mano a las personas afectadas, sin embargo, a la hora de donar órganos quedamos al debe como sociedad.
Según las estadísticas, Chile es uno de los países con la tasa de donación de órganos más baja a nivel mundial, con un promedio de 6.8 personas por cada millón de habitante, una cifra bastante escuálida si miramos hacia otros lugares del mundo como Uruguay, por ejemplo. Este pequeño país, tiene una población de 3 millones 407 mil habitantes, no obstante, a la hora de donar órganos nos supera ampliamente con un promedio de 30 donantes por cada millón de habitantes.
Ahora, si miramos más lejos, está España, los europeos son los campeones mundiales en esta práctica, con 45 donantes por cada millón de habitantes. Esto, significó que en dicho país, el año pasado se realizaran más de 4.000 trasplantes.
La realidad en nuestra zona, es aún peor, debido a que Talca se ha ubicado en el top one del ranking de no donantes, ya que según lo informado por el Registro Civil, 1.223 personas se han dado el tiempo de ir a la notaria para plasmar su rechazo a no donar sus órganos, a pesar de existir la Ley de Donante Universal, la cual se encuentra vigente desde el 1 de octubre de 2013. No obstante, esta poco se respeta, sin darse cuenta del daño que esto causa, ya que un donante ya fallecido podría ayudar a salvar hasta diez vidas.
Pero, ¿porque la negativa de las personas al momento de donar órganos? Principalmente, se debe a un desconocimiento, muchas personas creen en mitos que evidentemente no son reales, lo claro es que para que la persona pueda ser donante, debe tener muerte cerebral, de otro modo no calificaría para ese trámite. Sin embargo, muchas veces, la familia no permite que se donen los órganos del fallecido, a pesar de que en muchos de los casos, la voluntad del occiso era donar sus órganos para salvarles la vida a otras personas.
En la región del Maule, se ha hecho de todo para hacer conciencia de esta problemática, campañas comunicacionales, charlas en los colegios y universidades, incluso, clubes deportivos, para incentivar la donación de órganos, por lo tanto, el tema está sobre la mesa, solo falta que la sociedad se ponga la mano en el corazón y ayude a los que hoy necesitan de un órgano para concretar el sueño de seguir viviendo junto a sus seres queridos.