El año que pudo ser y no fue

Diversos fueron los acontecimientos ocurridos durante este 2019 en nuestro país, eventos que marcaron la pauta en el acontecer nacional; el terremoto en Coquimbo, la primera cumbre del ProSur, la crisis de la iglesia metodista pentecostal, el eclipse, el déficit hídrico, entre otros. Sin embargo, el hito más relevante de este año fue el estallido social que comenzó durante la tercera semana de octubre, el cual desencadenó en diversas manifestaciones sociales en todas las regiones del país, las cuales fueron el reflejo del descontento y malestar social por la desigualdad e inequidad. Este resultó ser el acontecimiento más significativo para Chile durante este año, debido a las consecuencias que trajo consigo.

Antes de la crisis, el país se proyectaba al extranjero como referentes en diversos ámbitos a nivel mundial, ya que albergaría la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec), la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la final de la copa Libertadores de América, entre otros, además de eventos culturales y artísticos, los cuales fueron cancelados, ya que –según los organizadores- no estaban las condiciones para albergar dichos acontecimientos.

Un remezón de la sociedad al mundo político, el cual fue el reflejo de lo que la comunidad ha sentido por décadas y que los líderes gubernamentales no sólo han omitido, sino tergiversado mediante un discurso que destaca la imagen del país, catalogándola como un “oasis”, esto comparado con las condiciones de los países latinoamericanos. Y es esta tergiversación parte del descontento social, el cual ha exigido al actual gobierno realizar un drástico giro en el timón, entregándole la posibilidad de realizar los cambios que la ciudadanía necesita.

Un baño de humildad que marca un antes y un después en la actualidad de Chile, el cual debe ser un aprendizaje para todos los sectores políticos y sociales, con el fin de no atribuirse o catalogarse denominaciones utópicas.

Por ende, es importante que en el año 2020  se refleje en acciones, lo aprendido con todos los acontecimientos del 2019, ya que si bien, este año no pudo ser lo que se esperaba, iniciamos una nueva década, donde tenemos la oportunidad de enmendar el rumbo y solucionar, en trabajos concretos y reales, en el corto, mediano y largo plazo, las necesidades que hoy la comunidad anhela, con mayor empatía y justicia social, con cambios profundos y sustentables en el tiempo.

 

 

Jorge  Brito Obreque

Ing.  agrónomo

Junta Adelanto del Maule

Publicado en .