Jorge Brito Obreque
Estamos viviendo un cambio climático, y sus efectos los vemos en nuestra vida cotidiana, ejemplos hay muchos, hay una concentración de precipitaciones en cortos periodos de tiempo, grandes marejadas, etc. Estamos llenos de diagnósticos, hay una mayor sensibilidad sobre el tema del cuidado de la casa común; el déficit hídrico, cambio climático, destrucción de la biodiversidad, contaminación de los océanos, cultura del descarte y el consumismo, son entre otros los grandes problemas a abordar y que aparecen reflejados en los informes elaborados por los expertos.
Hay consenso que el abordaje de las temáticas es multisistémico, por tanto, comprende el compromiso de la sociedad en su conjunto, sociedad civil empoderada, autoridades sensibles al cuidado del bien común y políticas públicas orientadas al bien común, ya que este es el principio unificador de la ética social, de lo que es socialmente correcto o incorrecto. Que debe partir por el respeto a cada persona humana es decir debe partir de una ética individual.
La toma de conciencia, parece ser el elemento central para iniciar un proceso de transformación de esta realidad. Y las soluciones son de largo aliento, por ello hay un llamado a promover un proceso de “Alfabetización Ambiental “, que significa entre otras cosa; incorporar en los programas regulares de estudio la temática ambiental, desde la educación pre básica hasta la educación superior, incorporándola en los contenidos de la educación no formal u oficios. Establecer en políticas públicas el fortalecimiento del reciclaje, mayor superficie de áreas verdes en todos los espacios públicos y cuidado y recolección de basuras, como así mismo, la prohibición de agentes contaminantes dañinos para la salud de las personas o que contaminen el medio ambiente, eliminación de residuos, promover acciones y conductas amigables con el medio ambiente, etc.
Los desafíos son múltiples, y hay un llamado a los constructores de la sociedad, al mundo público, a las organizaciones sociales, al mundo de la educación, a la investigación aplicada y al ciudadano común a cooperar a resolver los grandes problemas ambientales de nuestra sociedad y región.
Para avanzar en la aplicación de una Alfabetización ambiental, es necesario dar un paso mayor, que significa cambiar la mirada de una solución individualista por una colectiva, de una mirada competitiva hacia una de cooperación, de una mirada consumista a una solidaria, pequeños y grandes esfuerzos harán el cambio (desde ocupar bicicleta, comprar productos reciclados, preferir a empresas menos contaminantes, etc.)
Todos estamos llamados a asumir este desafío si deseamos vivir en un ambiente saludable y dejar un legado a las nuevas generaciones promoviendo un desarrollo sustentable y sostenible porque en definitiva lo que está en juego, es el cuidado de nuestra casa común.
