En plena era del apogeo tecnológico, cuando el ser humano parecía tener soluciones técnicas para casi todas las situaciones que afectaban al hombre y a la sociedad, aparece la naturaleza de la microbiología del coronavirus, que pareciera colocar en jaque a la humanidad completa, rápidamente se convierte en una epidemia muy fuerte de crecimiento exponencial y en la actualidad se constituye en la pandemia más importante y amenazante para la salud y el bienestar de todos los países del mundo, no reconociendo ideologías ni culturas. Esta pandemia coloca en relieve y nos recuerda nuevamente la fragilidad de la biología del ser humano y es en estas circunstancias, donde se demuestra la miseria y grandeza de las personas. En estos años, en los que hemos dado pasos históricos en el avance tecnológico, se evidencia que los seres humanos continuamos siendo seres más frágiles que fuertes. Sin embargo, al mismo tiempo esta pandemia no es sólo un problema de salud pública, si no que representa ser la problematización más global de las fortalezas y debilidades de las distintas sociedades del mundo, es así como las sociedades orientales como China y Corea del Sur han demostrado poseer una gran disciplina social y han logrado tener relativo éxito en el control local de esta pandemia. Sin embargo, sociedades que considerábamos un modelo de referencia de desarrollo, como son las sociedades occidentales, pareciera que han sido superadas por la velocidad del contagio. Nos encontramos entonces en una pandemia que ha colocado y desnudado falencias culturales y sociales de sociedades tradicionales del denominado primer mundo. Esta Pandemia pareciera ser entonces, que ha construido un escenario nuevo, que demanda aprendizajes sociales nuevos, esta pandemia de la nueva era global, comienza como un complejo problema de salud pública pero sus efectos comprometen todo el desarrollo de la sociedad en aspectos de la economía, la política, la educación, el empleo y todos los ámbitos de la vida, cuyos efectos inciden en el funcionamiento de todas las organizaciones. Nos encontramos, por lo tanto, viviendo la era global de las nuevas enfermedades que afectan al ser humano, su superación no tiene que ver con la historia de las sociedades, sino como las sociedades generan un aprendizaje social colectivo, el ejercicio de los liderazgos políticos, la respuesta cohesionada de una comunidad nacional en que cada individuo se somete al interés general, hay por lo tanto, en esta crisis de la pandemia una oportunidad de aprendizaje de las personas, sus líderes, las organizaciones, las empresas y el Gobierno , en donde el éxito o el fracaso frente a esta pandemia esta en aprender que ya no existen los problemas sectoriales, sino que abordan una dimensión global y requieren aprendizajes globales para su implementación a nivel local , para promover un desarrollo sustentable y sostenible que traiga bienestar a todos sus habitantes.
Jorge Brito Obreque
Ing. Agrónomo
Junta de Adelanto del Maule