Prevenir es mejor que curar

Jorge Brito Obreque

Jorge Brito Obreque

Durante las últimas semanas los incendios forestales han marcado la pauta en la contingencia nacional, siendo la región del Maule y O’Higgins las más afectadas por esta catástrofe. A nivel nacional, son más de 129 mil hectáreas las consumidas por los siniestros, mientras que en nuestra zona las localidades de Vichuquén, Cauquenes, San Javier y Maule alcanzan un área siniestrada mayor a las 35 mil hectáreas.

En muchas zonas los incendios no dan tregua, donde bomberos y brigadistas de CONAF se ven superados al momento de intentar contener las llamas y que ha derivado en solicitud a otras naciones de personal de apoyo.

Sin embargo, pese a ser un país que constantemente enfrenta catástrofes naturales, como terremotos, tsunamis, aluviones, erupciones volcánicas, entre otros, y la naturaleza nos recuerda nuestra fragilidad, carecemos de una cultura de la prevención. Si bien las instituciones públicas, como ONEMI y CONAF generan diversas instancias de información y capacitación a las comunidades, es importante que cada uno tome conciencia de nuestro entorno y cómo cuidarlo. Además de lo anterior es importante señalar que muchos riesgos a los que nos vemos enfrentados son de origen antrópicos, derivados principalmente de nuestro modelo de desarrollo, que en el caso forestal evidencia una crisis que es necesario poner en el centro de la discusión.

El empoderamiento respecto a esta temática es primordial y se hace cada día más necesario a raíz del cambio climático. En la región la experiencia de  Fundación CRATE, desde su área de Desarrollo Sustentable, ejecuta el proyecto Gestión Local para la Reducción de Riesgos de Desastres, el cual está enfocado en promover las capacidades propias de las comunidades especialmente las rurales, para la reducción de vulnerabilidades, potenciando la acción comunitaria y uso de recurso propios, potenciando la resiliencia frente a situaciones de riesgo.

Proponer una integración armónica y de conciencia con nuestro entorno desde el grupo familiar son unas de las actividades ideadas para concientizar a nuestra sociedad y contribuir a que el origen de estos sucesos no deseados deje de ser mayoritariamente humano, además de saber el cómo enfrentarlos y evitar que los daños sean mayores. Es necesario promover un desarrollo territorial integrado que implique la planificación de las labores productivas de la mano del desarrollo social y ambiental.

Por ende, estamos llamados a aportar desde la ciudadanía activa una mayor reflexión que nos lleve como país  a  enfrentar desde las causas y no sólo de la mitigación de las consecuencias de las catástrofes que vivimos; en suma que abordemos entre todos la protección de nuestra casa común.

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