Una buena noticia para iniciar el año

Se aproxima el fin de año y dejamos atrás variadas materias que han marcado la pauta en nuestro país durante este 2017, hechos que independiente de su ámbito y contexto tuvieron gran impacto en la sociedad.

Los incendios forestales en el sector centro-sur del país significaron una gran pérdida para las comunidades afectadas y el ecosistema, donde el Maule vio siniestrada más de 272 mil hectáreas, siendo una de las zonas más afligidas. Asimismo, se llevó a cabo la primera asignación de la gratuidad de educación superior, la cual benefició a más de 94 mil jóvenes de nuestro país. Junto con esto, el fraude fiscal de Carabineros, la elección presidencial, parlamentaria y consejos regionales, entre otros, fueron instancias que estuvieron en la palestra del acontecer nacional.

No obstante, culminamos el año con un gran hito: la ley de descentralización y regionalización ya es una realidad. Esto debido a que el congreso aprobó la elección de la figura del gobernador regional, sufragios se llevarán a cabo junto a las elecciones municipales el 2020 y  traerá consigo grandes réditos.

Este hecho abre una ventana hacia un área expectante sobre la promoción de las características locales, una tarea desafiante y esperanzadora que permita a las regiones ser actores activos de su progreso, posibilitando una administración más próxima de los recursos que cada uno posee, fortaleciendo el desarrollo desde una mirada local. Todo esto significa potenciar y fortalecer las cualidades regionales de manera sustentable en el tiempo, incrementando el bienestar económico, social y la calidad de vida de los ciudadanos.

Por ejemplo, las universidades deben estar vinculadas en este proceso, sobre todo a la investigación aplicada respecto a los problemas que existen en las zonas. Igualmente debe existir una descentralización armónica, que abarque desde el centro a la periferia, posibilitando alcanzar gradualmente a todas las zonas muchas veces rezagadas. Por ende, una mayor capacidad de gobernanza local permitirá potenciar las cualidades de las regiones de sus provincias y generar inversiones, conocimiento y desarrollo tecnológicos en beneficio de los habitantes.

Si bien sólo falta que la ley sea promulgada, esto significa un paso importante hacia la descentralización y la elección popular de los gobernadores, lo que posibilitará que cada región sea actor protagonista de su propio desarrollo.

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