El viernes 16 de diciembre, a las 10.00 a.m, la Vicaría de Pastoral Social de la Iglesia diocesana de Talca, realizó la entrega de fondos de $350.000 para 38 proyectos de las parroquias, pastorales, centros educacionales y otros actores de la vida eclesial, además de 34 aportes de $200.000 para otras iniciativas, sumando un total de 72 proyectos a financiar.
Durante los años 2019 y 2021 los esfuerzos de la iglesia chilena se enfocaron en promover y ayudar a comunidades migrantes, nuevamente por 3 años consecutivos, el sujeto prioritario de la campaña son las familias vulnerables, especialmente afectadas durante la pandemia y por la crisis económica global. Este objetivo fue definido a través de un proceso consultivo diocesano que identificó las necesidades y prioridades socio-pastorales que luego fueron sugeridas como una terna a los Obispos de Chile, quienes aprobaron la sugerencia de centrar la mirada hacia las familias vulnerables para el período 2022-2024.
Bajo el lema “Chile tiende la manos a las familias vulnerables”, la Iglesia Católica nos invita a todos los chilenos y chilenas a vivir la solidaridad durante los 40 días que dura la Cuaresma, mirando particularmente a las familias vulnerables de nuestro país. Durante estos tres años, los aportes recaudados a través de Cuaresma de Fraternidad permitirán ir en ayuda de niños, adolescentes, mujeres, adultos mayores y personas migrantes en condición de vulnerabilidad para financiar proyectos a lo largo de todo Chile, orientados a mejorar sus condiciones de vida.
Este año la Campaña de Cuaresma de Fraternidad reunió $64.218.934, esto son treinta y ocho millones más de lo recaudado el año 2021. Por mencionar solo algunos de los proyectos a financiar dentro de los territorios Curicó urbano, rural, Talca urbano y rural, zona costera, se encuentran las propuestas sociales para apoyar la trayectoria escolar de estudiantes provenientes de familias vulnerables y almuerzos recreativos para abuelitas vulnerables junto a sus familias, entre otras importantes iniciativas.
Antes de entregar los fondos, los beneficiarios y beneficiarias recibieron una sorpresa con la Orquesta Mejor Niñez, conformada por niños y niñas del PRM Wenu Nehuen, quienes interpretaron piezas de compositores locales y de reconocimiento mundial. Sin duda fue una muy bonita jornada de solidaridad, cumpliendo así, el rol que tiene la iglesia con sus comunidades, en especial las más vulnerables.
