Fundación CRATE

El agua como motor del desarrollo: un compromiso empresarial ineludible en el Maule

Por: Jorge Ramos Aburto
Profesional de Emprendimiento y Gestión

E l agua, más que un recurso, una oportunidad para el emprendimiento

El agua no es solo un insumo fundamental para la vida, sino también un pilar esencial para el desarrollo económico y empresarial en la Región del Maule. En un territorio donde la agricultura, la agroindustria, el comercio y el turismo dependen directamente de su disponibilidad, la gestión sostenible del recurso hídrico no es solo una responsabilidad ambiental, sino una necesidad estratégica para garantizar un ecosistema propicio para el emprendimiento. Es fundamental que todos los actores del entorno empresarial maulino—desde grandes empresas hasta emprendedores, pasando por instituciones públicas y privadas—asuman un rol activo en la conservación del agua. No se trata solo de evitar una crisis, sino de construir un entorno resiliente que impulse la innovación, el crecimiento económico y la sostenibilidad del ecosistema comercial regional.

Menos crisis, pero una situación aún desafiante

Si bien el déficit hídrico en el Maule ha mostrado una leve mejoría en comparación con la última década de sequía extrema, la crisis está lejos de ser resuelta. Según la Dirección General de Aguas (DGA), la disponibilidad de agua en la región ha caído un 30% en los últimos diez años, afectando tanto a pequeños como grandes productores. Aunque las lluvias recientes han permitido cierta recuperación, los acuíferos siguen en niveles críticos y los embalses operan por debajo de su capacidad histórica.

Esta situación no solo impacta a la agricultura, sino que afecta la cadena de valor completa del entorno empresarial: Agricultura y agroindustria: Menos agua disponible significa menor producción y mayor incertidumbre en los mercados. Turismo y gastronomía: Sin agua suficiente, sectores clave como la hotelería, los restaurantes y las viñas pueden ver afectada su oferta y atractivo. Comercio y emprendimiento: Negocios que dependen del agua en sus procesos—como lavanderías, cafeterías o manufactura—enfrentan costos más altos y menor estabilidad.

El desafío, por tanto, no es solo garantizar el acceso al agua, sino gestionar su uso de manera eficiente para asegurar la sostenibilidad del ecosistema empresarial.

 

 

 

Un compromiso conjunto para la sostenibilidad del emprendimiento

El cuidado del agua no puede recaer solo en el sector agrícola o en las grandes industrias. Para generar un ambiente propicio para el emprendimiento, todos los actores del ecosistema empresarial deben asumir su rol en la conservación del recurso.

Las grandes empresas deben adoptar prácticas de eficiencia hídrica, como el uso de tecnologías para el reciclaje de agua y la optimización del consumo en sus procesos productivos.

Las pymes y emprendimientos locales pueden implementar medidas más simples pero igualmente efectivas, como la reducción del desperdicio, la instalación de sistemas de captación de aguas lluvias o el uso de materiales y procesos que demanden menos agua.

En tanto el sector público y las instituciones de apoyo al emprendimiento deben facilitar acceso a programas de financiamiento, capacitación y certificación en gestión hídrica sostenible.

Un ecosistema resiliente beneficia a todos

La sostenibilidad hídrica no es solo una cuestión ambiental, sino un factor determinante en la competitividad y estabilidad de los negocios. Las empresas que integran prácticas responsables en su gestión del agua pueden acceder a mercados diferenciados, certificaciones ambientales y financiamiento especial, además de mejorar su reputación y reducir costos operativos.

Por otro lado, los consumidores son cada vez más exigentes con la responsabilidad social y ambiental de las empresas. Negocios que demuestran un compromiso con la gestión eficiente del agua generan confianza, fidelización y nuevas oportunidades comerciales.

El agua como pilar del emprendimiento en el Maule

Desde Fundación CRATE, hacemos un llamado a todos los actores del ecosistema empresarial de la región para que vean el cuidado del agua no como una obligación, sino como una oportunidad. Un entorno productivo que gestiona de manera responsable sus recursos naturales no solo asegura su sostenibilidad, sino que fomenta la innovación, fortalece el emprendimiento y crea condiciones favorables para el crecimiento económico de toda la región. La leve mejora en la crisis hídrica no es una excusa para bajar la guardia. El agua es un activo estratégico y su cuidado debe ser una prioridad en la agenda empresarial. Si queremos que el Maule siga siendo un territorio de oportunidades, debemos asumir un compromiso conjunto por su sostenibilidad.